Lucas es un chico normal de ciudad, al que le gusta el hip hop y pintar grafitis, pero podría ser cualquiera de nosotros. Lucas es el protagonista del juego Emergencia 112.

Como uno de esos superhéroes de cómic que se despierta una mañana con superpoderes, Lucas empezó un día a presentir la muerte de las personas. Podía ver a la propia muerte actuar. Y como aquellos superhéroes, no podía quedarse quieto y simplemente dejar morir a sus semejantes. Un gran poder conlleva una gran responsabilidad.

Tratar que el jugador se sumerja en la historia y se identifique con los personajes en un juego para móvil, no es cosa fácil. Las propias limitaciones de los dispositivos no ayudan mucho. Tampoco ayuda mucho si la temática no “acompaña”. Existen estereotipos bien definidos para los juegos de guerra, de carreras, de peleas, etc. en los que es fácil apoyarse. Pero, ¿cómo planteamos un juego basado en los primeros auxilios? ¿Y uno sobre riesgos laborales?

Desde mi punto de vista, a la hora de abordar un proyecto de tales características se deberían tener en cuenta ciertas pautas:

• El fin último de un juego es divertir, entretener. El fin último de un juego educativo es aprender jugando, aprender mientras te diviertes. Los niños pequeños aprenden de la misma forma, y es muy efectiva.
• No se debe sermonear al jugador ¡lo aborrece! Se puede orientar y ofrecerle ayuda siempre que así lo desee.
• Lo que deseamos transmitir, la idea a divulgar, debe fluir en segundo plano. En primer plano debe prevelecer un objetivo más universal y cercano al jugador: “salvar al mundo”, “acabar con los malos”, “rescatar personas”. A nadie le apetece jugar al “juego de los riegos laborales”… es más atractivo sumergirse en una aventura donde tenemos que salvar un mundo al borde del caos con villanos malísimos y héroes cachas.
• El jugador debe poder elegir, aunque se equivoque. Es la esencia de cualquier juego. No puedes obligarle a que realice ciertas acciones aunque sean las “correctas”. Lo más sencillo es aplicar la dualidad recompensa-castigo.

Este tipo de temáticas no son las que un diseñador de videojuegos, seguidor de El Señor de los Anillos o Akira, pueda desear. Dame un mago, 13 enanos y un dragón y te monto la mayor fantasía que puedas imaginar Supone un gran reto idear un juego con este tipo de materias aunque también una gran satisfacción, porque sabes que en última instancia se trata de salvar vidas.

Tema:

Diseño de videojuegos, Juegos educativos, Serious games